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Transcripción:

En este episodio:

• Hablaré de… ¡Flamenco! ¡Olé!
• En la segunda parte, un punto de vista acerca de Pablo, un chico de Sevilla que quiere formar parte del mundo del flamenco, pero… No tiene mucho talento. Es una historia realmente divertida. Así que escucha hasta el final.

Bien. Hoy hablamos de algo muuuuy español: El flamenco.

Esta danza apasionada y este estilo musical han conquistado corazones de todo el mundo, y por buenas razones. ¿No sabes mucho sobre el flamenco? ¡No te preocupes! En este episodio aprenderás sobre ello, aunque te confirmo que no voy a bailar ni cantar…ni tocar la guitarra.

Para entender el flamenco, primero debemos retroceder en el tiempo. Sus raíces están en la región de Andalucía, en el sur de España, pero su origen exacto es una mezcla fascinante de culturas diversas: gitanos, árabes, judíos y andaluces. Esta mezcla cultural dio lugar a un arte expresivo que narra historias de amor, sufrimiento, alegría y desamor.

Como ves, muy apasionado todo.

Es importante comprender que el flamenco no es solo una danza. Es una combinación de tres elementos: cante (de cantar), baile y toque (con la guitarra). Vamos a verlas una por una:

El cante

El cante flamenco es una voz profunda, apasionada y a veces desgarradora. Dicen que escuchar a un cantante de flamenco es como escuchar el alma de España. A través de las letras, se transmiten historias de amores perdidos, alegrías y penas.

Curiosamente, la expresión “dar el cante” originariamente significaba cantar en flamenco. Sin embargo, con el tiempo, esta expresión cambió y ahora quiere decir llamar mucho la atención. Por ejemplo:

• Con esas gafas amarillas das el cante.

Vamos a ver el segundo elemento del flamenco.

El baile

Aquí es donde la pasión se materializa. En español, alguien que baila se llama “bailador” o “bailadora”. No obstante, en el mundo del flamenco, se dice “bailaor” o “bailaora”.

Los bailaores y bailaoras, con sus tacones golpeando el suelo y sus manos cortando el aire, cuentan historias con cada movimiento. Sus vestidos tradicionales, como el traje de faralaes, fluyen y giran creando un espectáculo hipnótico.

Y, el tercer elemento es:

El toque

Con el cante y el baile, lógicamente falta la música. La guitarra flamenca acompaña al espectáculo, estableciendo el ritmo y la emoción. Su sonido melódico y punzante es tan distintivo que incluso si cierras los ojos, sabrás que estás escuchando flamenco.

Aunque podrías pensar que el flamenco es solo un estilo, en realidad, hay muchos subgéneros. Los subgéneros se llaman “palos”. Cada uno tiene su propio ritmo y carácter. Algunos son alegres y festivos, como la “bulería” y la “alegría”, mientras que otros, como la “soleá” y la “seguiriya”, son profundos y melancólicos.

Lo que comenzó como una expresión de las minorías en España ha llegado a escenarios de todo el mundo. Se puede encontrar en las grandes ciudades de Europa, Asia y América.

Hoy en día, artistas modernos están fusionando el flamenco tradicional con otros géneros musicales, como el jazz, el rock y la música electrónica. Sin embargo, incluso en estas fusiones, la esencia del flamenco, su pasión y emoción, sigue brillando.

Si alguna vez tienes la oportunidad de asistir a un espectáculo de flamenco en vivo, no lo dudes. Serás transportado a un mundo de pasión y tradición. ¡Olé!

 

PUNTO DE VISTA (mejora tu gramática)

 

Vale, ahora vamos a practicar la gramática de forma intuitiva con un punto de vista. Como sabes, explico una historia dos veces. La segunda vez cambio algo a nivel gramatical, pero la historia es la misma.

Concéntrate en los cambios.

Muy bien, empecemos.

Primero, en pasado.

En el corazón de Sevilla vivía Pablo, un joven con una pasión ardiente: el flamenco. Desde que era niño, soñaba con ser parte de un espectáculo de este tipo.

Un día Pablo decidió que era hora de hacer su sueño realidad. Empezó por el cante. Delante de sus amigos, empezó a cantar flamenco, pero en lugar de sonar como un cantaor experto, sonaba más como un gato en una lavadora. Sus amigos, intentando no reír, le sugirieron probar otra cosa.

Sin desanimarse, Pablo decidió intentarlo con el baile. Se puso sus mejores zapatos, se paró en el centro de la sala y comenzó a moverse al ritmo del flamenco. Pero, en lugar de parecer un bailaor elegante, parecía un pato tratando de salir de un estanque. Sus amigos, conteniendo la risa, le dijeron que buscara otra cosa.

Finalmente, Pablo pensó que su salvación podría estar en el toque de guitarra. Pero cada vez que tocaba la guitarra, producía sonidos que recordaban a una puerta chirriante.

Pablo estaba desconsolado. Parecía que su sueño de ser parte del mundo del flamenco estaba destinado a fracasar. Pero un día, vio un anuncio que decía: “Se busca vendedor de entradas para espectáculos de flamenco”.

Pablo consiguió el trabajo y, aunque no estaba en el escenario, se sentía más cerca del flamenco que nunca. Cada noche, disfrutaba con las actuaciones de los artistas, sintiendo la música en su corazón. Y así, Pablo encontró su lugar en el mundo del flamenco.

Vamos a cambiar el tiempo verbal. Hace tiempo que no practicamos la forma “haber + verbo”. En esencia estamos expresando algo que ha pasado hace poco o tiene relevancia en el presente. Voy a usar este tiempo de forma generalizada a lo largo de la historia. Como práctica, imagina que cada frase ha sucedido hace poco o tiene conexión con el presente.

En el corazón de Sevilla ha vivido Pablo, un joven con una pasión ardiente: el flamenco. Desde que ha sido niño, ha soñado con ser parte de un espectáculo de este tipo.

Pablo ha decidido que es hora de hacer su sueño realidad. Ha empezado por el cante. Delante de sus amigos, ha empezado a cantar flamenco, pero en lugar de sonar como un cantaor experto, ha sonado más como un gato en una lavadora. Sus amigos, intentando no reír, le han sugerido probar otra cosa.

Sin desanimarse, Pablo ha decidido intentarlo con el baile. Se ha puesto sus mejores zapatos, se ha parado en el centro de la sala y ha comenzado a moverse al ritmo del flamenco. Pero, en lugar de parecer un bailaor elegante, ha parecido un pato tratando de salir de un estanque. Sus amigos, conteniendo la risa, le han dicho que busque otra cosa.

Finalmente, Pablo ha pensado que su salvación podría estar en el toque de guitarra. Pero cada vez que ha tocado la guitarra, ha producido sonidos que recordaban a una puerta chirriante.

Pablo ha estado desconsolado. Ha parecido que su sueño de ser parte del mundo del flamenco ha estado destinado a fracasar. Pero un día, ha visto un anuncio que decía: “Se busca vendedor de entradas para espectáculos de flamenco”.

Pablo ha conseguido el trabajo y, aunque no ha estado en el escenario, se ha sentido más cerca del flamenco que nunca. Cada noche, ha disfrutado con las actuaciones de los artistas, sintiendo la música en su corazón. Y así, Pablo ha encontrado su lugar en el mundo del flamenco.

 

Muy bien. ¿Qué te parece esta historia? Al final, tenemos un final feliz. Pablo no era nada bueno con el flamenco, pero al menos, podía asistir a muchos espectáculos gracias a su nuevo trabajo.

Muy bien, para terminar, quiero recomendarte los cursos completos que durante años han ayudado a decenas de miles de estudiantes de español. Si tu objetivo es hablar fluidamente, no lo dudes y consigue uno ahora. Ves a:

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Hay varios niveles.

Bueno, nada más por ahora. Me voy a practicar mi flamenco, aunque creo que no soy mucho mejor que Pablo: ni el cante, ni el baile, ni en el toque es lo mío. ¡Bueno, hasta la semana que viene!

 

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