#385 Encontrar el amor en un supermercado
Transcripción:
– Hoy voy a encontrar el amor.
– ¿Ah sí? ¿Tienes una cita?
– No. Voy al supermercado, a comprar una piña.
Hoy quiero hablarte de un fenómeno curioso que ha estado circulando por las redes sociales, especialmente en TikTok. Se trata de la moda de ligar en un supermercado. Sí, como lo oyes. Entre las 7 y las 8 de la tarde, algunas personas van al supermercado no solo para comprar alimentos, sino también para ver si encuentran el amor.
Por cierto, “ligar” quiere decir encontrar una pareja.
Todo comenzó como una broma en internet. Algunos usuarios de TikTok subieron vídeos diciendo que si ibas a cierta cadena de supermercados, en concreto, Mercadona, podías conocer a alguien especial. Al principio, era solo un chiste, una broma. ¿Quién iba a pensar que en un supermercado se podría ligar? Pero, como ocurre a veces en las redes sociales, la broma se convirtió en viral.
Usuarios de TikTok comenzaron a ir al Mercadona a última hora de la tarde para ver si realmente podían conocer a alguien interesante. En pocos días, miles de personas compartieron sus vídeos contando sus experiencias y, de repente, lo que empezó como una broma se convirtió en un movimiento masivo.
Lo más interesante es que este fenómeno tiene sus propias reglas. La primera es el horario: entre las 7 y las 8 de la tarde es el momento ideal para pasear por los pasillos de Mercadona. Además, si quieres mostrarte “disponible”, tienes que comprar una piña y ponerla en el carro al revés.
Además de la piña, es importante hacer miradas y gestos sutiles. No se trata de ser muy directo. Una sonrisa o una mirada pueden ser suficientes para empezar una relación que acabe con siete hijos.
También he leído que, si chocas ligeramente el carro con otro carro, significa que estás interesado en esa persona. A veces lo puedes hacer sin querer, y por supuesto, pueden ocurrir grandes malentendidos.
Sin embargo, no todo el mundo está contento con esta idea. Algunos creen que puede ser incómodo para quienes solo quieren hacer la compra sin saber nada de lo que está sucediendo. Imagínate que vas al supermercado a comprar una piña porque te gusta, y de repente, recibes miradas extrañas o alguien te dice algo inesperado.
En cierto supermercado, entraron decenas de jóvenes, vestidos como si fueran a la discoteca, a pasarlo bien… En un supermercado. El propietario del supermercado no creo que estuviera muy contento. De hecho, tuvo que llamar a la policía porque eso se descontroló totalmente.
También ha sucedido que muchos, llevados por la curiosidad, han llenado los carros de piñas y los han dejado abandonados en algún pasillo.
Así que ya sabes, la próxima vez que visites España, quizás en el Mercadona encuentres algo más que huevos, tomates, y una lata de berberechos.
¿Qué piensas? ¿Es un buen método? No lo sé, pero al final, lo de las piñas, si no te gustan, vas a tener que comerlas igual.
PUNTO DE VISTA
(mejora tu gramática)
Ahora vamos a practicar con un punto de vista. Ya sabes como funciona.
Muy bien, empecemos.
En pasado:
Carlos llevaba semanas intentando ligar en el supermercado. Había seguido todas las “reglas”: comprar una piña, ponerla al revés en el carrito, dar pequeños toques con el carro, lanzar miradas furtivas y hasta algún que otro guiño, pero nada funcionaba. Día tras día, volvía a casa solo, acumulando piñas en la nevera sin saber qué hacer con ellas. Estaba harto de las piñas y de su fallida estrategia de seducción.
Un día, cansado de todo, decidió cambiar de táctica. “Ya basta de piñas”, pensó, mientras metía una coliflor en el carrito, más por frustración que por alguna razón lógica. Al menos, no tendría que mirar otra piña más al llegar a casa.
Mientras se dirigía hacia la caja, una chica chocó acciden talmente su carrito contra el de él. Carlos, ya de mal humor por todo el asunto, levantó la mirada con intención de decir algo, pero lo que vio le desconcertó. La chica le sonreía tímidamente, mientras señalaba su propio carrito. Ahí, había otra coliflor.
Carlos se quedó perplejo. Resulta que, sin saberlo, la moda hab ía cambiado. Ya no se trataba de piñas: ahora, para ligar, había que llevar una coliflor en el carrito. Al final, lo que empezó como un gesto de frustración terminó por arrancarle una sonrisa. Quizás la coliflor era, después de todo, la clave que había estado buscando.
Ahora, en presente. También usaré algunos sinónimos en algunas palabras para hacerlo más interesante.
Llevo semanas intentando ligar en el supermercado. He seguido todas las “normas”: comprar una piña, colocarla al revés en el carrito, dar ligeros empujones con el carro, lanzar miradas furtivas e incluso algún que otro guiño, pero nada da resultado. Día tras día, regreso a casa solo, acumulando piñas en el frigorífico sin saber qué hacer con ellas. Estoy cansado de las piñas y de mi fallida estrategia de conquista.
Un día, agotado de todo, decido cambiar de táctica. “Ya basta de piñas”, pienso, mientras coloco una coliflor en el carrito, más por frustración que por alguna razón lógica. Al menos, no tendré que ver otra piña más cuando llegue a casa.
Mientras me dirijo hacia la caja, una chica choca accidentalmente su carrito contra el mío. Yo, ya de mal humor por todo el asunto, levanto la mirada con intención de decir algo, pero lo que veo me desconcierta. La chica me sonríe tímidamente, mientras señala su propio carrito. Ahí, hay otra coliflor.
Me quedo atónito. Resulta que, sin saberlo, la moda ha cambiado. Ya no se trata de piñas: ahora, para ligar, hay que llevar una coliflor en el carrito. Al final, lo que empezó como un gesto de frustración termina por arrancarme una sonrisa. Quizás la coliflor es, después de todo, la clave que he estado buscando.
Muy bien, este es el final de este ejercicio. ¿Qué crees que sucedió? Quizás, solo quizás, Carlos y su nueva amiga se casaron y tuvieron una hija, a la que llamaron “Coliflor”. ¿¡Quién sabe!? Me imagino este diálogo:
- ¿Cómo te llamo usted?
- Coliflor, pero puedes llamarme Coli. ¿Y tú?
- Piña, me llamo Piña, pero puedes llamarme Pi, aunque no tiene nada que ver con las matemáticas.
- Encantada de conocerte, Pi.
- Lo mismo digo, Coli.
De acuerdo, llegamos al final del episodio. ¿Tienes preguntas? Puedes contactarme en unlimitedspanish.com, sección contacto.
Desafortunadamente, no te puedo aconsejar sobre el tipo de verdura o fruta que necesitas para ligar en el supermercado, pero puedes comentarme o preguntarme lo que quieras.
¡Bueno, hasta la semana que viene!
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