Recursos:

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• Transcripción del episodio en PDF

Transcripción:

• ¿Sabes que es el minimalismo?
• ¿Algo sobre animales?
• No, no. Eso es animalismo. Hoy hablamos de minimalismo. ¡Escucha, escucha!

Muy bien. En un episodio anterior, vimos el síndrome de Diógenes, ese fenómeno caracterizado por la acumulación excesiva de objetos. Hoy, te invito a dar un giro de 180 grados para hablar prácticamente de lo opuesto: el minimalismo.

Hoy voy a hacer un episodio minimalista.

…

Muy bien. Hasta aquí este episodio minimalista. Eso es todo por hoy. Nos vemos la semana que viene…

¡Nooooo! ¡Es broma! 🙂 Esto sí que sería un episodio superminimalista. Pero hoy quiero hablar del minimalismo, que es diferente 🙂

Hace unos años, este estilo de vida se convirtió en una especie de moda en España.

La idea del minimalismo es la de solo vivir con lo esencial. Suena una buena idea, ¿verdad? Bueno… Te advierto, a veces intentar vivir de forma minimalista puede ser más estresante que dejarse llevar por un poco de desorden. Al final, lo que cuenta es encontrar un término medio que nos haga sentir bien.

Aquí te expongo algunos principios del minimalismo:

• Simplicidad: Disfrutar de lo sencillo y lo necesario.
• Utilidad: Tener solo cosas que usas y que son útiles.
• Calidad: Preferir menos cosas, pero de mejor calidad.
• Consciencia: Pensar y elegir lo que realmente importa.
• Orden: Un espacio limpio y organizado ayuda a pensar y vivir mejor.
• Paz: Buscar tranquilidad en el entorno.
• Autonomía: Vivir con lo esencial y cuidar tus recursos.
• Experiencias: Valorar más los momentos y las amistades que las posesiones materiales.

Todo esto está muy bien, teóricamente, claro. A la práctica, la cosa es más complicada.

Es posible que conozcas a una gurú del minimalismo: Marie Kondo. Es japonesa y fue bastante popular en España hace unos pocos años.

Marie enseñó a muchos a preguntar si cada objeto de tu casa “despierta alegría”. Así que mucha gente siguió sus consejos y vació sus casas.

Sin embargo, ella misma ha admitido recientemente que, con la llegada de sus tres hijos, ya no puede ser tan estricta. Si Marie Kondo ha encontrado su término medio, entonces tú también puedes permitirte no ser perfecto.

Confieso que hace un tiempo, inspirado por todas estas ideas del minimalismo, intenté aplicar estos principios para vivir de forma un poco más minimalista. En mi cabeza el plan era perfecto. El problema fue la ejecución, claro. Si te soy sincero, esto duró dos días 🙂

Al final, intento ser práctico: No guardar más objetos de los necesarios, y si hay un poco de desorden, tampoco es el fin del mundo.

Así que, creo que no se trata de convertir tu espacio en un templo del orden, sino de crear un hogar que te permita respirar y también vivir, aunque tengas los zapatos en un sitio que no corresponde.

¿Y tú? ¿Qué opinas del minimalismo? Es simplemente una moda o… ¿Es algo necesario?

Puedes comentar en la sección de comentarios.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS
(mejora tu fluidez)

Muy bien. Ahora vamos a practicar con una pequeña mini-historia de preguntas y respuestas. ¿Por qué la llamo mini-historia? Porque la historia es “mini”, pero no de minimalista, sino porque es breve. Lo más importante son las preguntas y las respuestas.

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Vale, empecemos la mini-historia de hoy:

Leo y Gracita eran una feliz pareja casada, pero tenían un problema.
¿Eran Leo y Gracita solo amigos?
No, no eran solo amigos. Eran una feliz pareja casada, pero tenían un problema.
¿Qué tenían Leo y Gracita?
Un problema. A pesar de ser una pareja feliz, tenían un problema.
A Leo le encantaba acumular todo tipo de cosas en casa.
¿Le encantaba a Leo tener la casa vacía?
No. A Leo no le encantaba eso. Le encantaba acumular todo tipo de cosas en casa, no tenerla vacía.
¿Qué le encantaba hacer a Leo en casa?
Le encantaba acumular cosas. Acumular todo tipo de cosas en la casa.
¿Le encantaba eso a Leo o a Gracita?
A Leo. A leo le encantaba eso.
Gracita era minimalista y le gustaba la casa muy vacía, sin objetos.
¿Era Gracita coleccionista?
No, Gracita no era coleccionista. Era minimalista y le gustaba la casa muy vacía, sin objetos.
¿Le gustaba a Gracita la casa vacía o llena?
Vacía. Le gustaba vacía. Ella era minimalista y por eso le gustaba así, sin objetos.
¿Cómo le gustaba la casa a Gracita?
Le gustaba la casa muy vacía, sin objetos.
Leo y Gracita tenían dividida la casa en dos: una parte llena de cosas y otra totalmente vacía.
¿Cómo estaba dividida la casa de Leo y Gracita?
Estaba dividida en dos. Una parte llena de cosas y otra totalmente vacía.
¿Había una parte de la casa llena de agua?
No, no estaba llena de agua. Una parte estaba llena de cosas y la otra vacía. Lo que sí estaba llena de agua es la piscina, pero esto no forma parte de la historia.
Un día Leo dijo: “Quizás podría deshacerme de algún objeto”.
¿Dijo Leo que se desharía de todos sus objetos?
No, no dijo eso. Él dijo que quizás, podría deshacerse de un objeto.
¿Quería Leo deshacerse de su mujer?
No, no. Leo no quería deshacerse de su mujer. Ellos eran una pareja feliz.
¿Quería Leo comprar más objetos?
No. Leo consideraba la posibilidad de deshacerse de algún objeto.
Gracita respondió: “Quizás podría tener algún objeto más”.
¿Quería Gracita deshacerse de más objetos?
No. Al contrario, Gracita respondió que quizás podría tener algún objeto más.
¿Estaba Gracita contenta con tener la casa vacía?
Sí, pero parece que estaba pensando en suavizar su posición, al igual que Leo. Estaba siendo más flexible.
Entre risas, Leo y Gracita acordaron ceder en sus posiciones.
¿Acordaron Leo y Gracita pelear por sus diferencias?
No, no acordaron pelear. Acordaron ceder en sus posiciones, entre sonrisas.
¿Acordaron eso entre llantos?
No, no acordaron eso entre llantos. Lo acordaron entre risas.
¿Pelaban cebollas y por eso reían y lloraban?
Nooo. ¡Es muy claro! Entre sonrisas ellos acordaron ceder en sus posiciones. Nada de cebollas… Ni piscinas.
Ahora viven en una casa que no está vacía, pero tampoco está llena de objetos.
¿Viven ahora en una casa completamente llena de cebollas?
No. ¡Imposible! Ahora viven en una casa que no está vacía, pero tampoco está llena de objetos.
¿Cómo es la casa en la que viven ahora? ¿Cómo lo dirías en tus propias palabras?
Es una casa equilibrada, no está ni vacía ni llena de objetos. Es más práctica.

Muy bien. Este es el final de este ejercicio. A final, Leo y Gracita llegaron a un término medio, y eso es una buena noticia. Creo que es una buena filosofía.

Nada más por ahora. Ya sabes que puedes contactarme cuando quieras. Nos vemos la semana que viene. ¡Cuídate!

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