Recursos:
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Transcripción:
– Buenos días… ¡jah!
– Ehhhh… Buenos días…
¡Hola a todos! Soy Òscar, fundador de unlimitedspanish.com. Quiero ayudarte a hablar español fluidamente. ¡Hablar español es más fácil de lo que parece! Solo tienes que usar el material y técnicas adecuadas.
En este episodio…
• ¿Es demasiado tarde para aprender un idioma? ¿Es factible aprender español de adulto? Voy a responder a estas preguntas.
• En la segunda parte, vamos a conocer a Anselmo y sus aventuras para aprender español.
Te sugiero ir a mi página web www.unlimitedspanish.com para conseguir el texto de este episodio.
Recientemente me contactó un estudiante llamado Donald. Este estudiante tiene 81 años. Sí, 81 años. ¡Aprovecho para mandarte un saludo, Donald! Está aprendiendo español y escucha este podcast. La verdad es que admiro a la gente que no pone excusas para hacer o aprender algo. Esto me ha inspirado para hacer este episodio.
Existe la idea generalizada de que si no empiezas a aprender un idioma cuando eres muy joven —idealmente de niño—, es prácticamente imposible aprenderlo. Algunos incluso atacan a quienes están estudiando un idioma, diciendo cosas como:
“¡Estás perdiendo tu tiempo y tu dinero!”
O:
“Si no vas al país nunca vas a aprender el idioma!”
Bueno, yo estoy aquí para decirte que eso es un mito. Yo y muchos miles de estudiantes de Unlimited Spanish. Puedes aprender español como adulto y llegar a hablarlo muy bien, de forma fluida. Muchos de mis estudiantes han aprendido español a una edad avanzada y lo pueden hablar fluidamente.
De hecho, la única condición para aprender un idioma es estar vivo. Si no estás vivo, es más complicado, sobre todo para responder las preguntas y respuestas de las mini-historias. Así
que esa es la única condición. Creo que todos mis oyentes están vivos, aunque quizás tengamos algún zombi escuchando este podcast.
Es cierto que los niños parecen aprender el idioma materno sin esfuerzo. Se dice que uno de los factores determinantes es la plasticidad del cerebro. Cuando más joven eres, más fácil es crear nuevas conexiones cerebrales y en consecuencia aprender rápidamente cualquier cosa.
Sin embargo, hay estudios que demuestran que el cerebro nunca pierde la capacidad de aprender. Hasta cierto punto, mantiene cierta plasticidad.
Para mí el factor determinante es la actitud, no la aptitud.
La actitud (attitude en inglés), se refiere a como nos sentimos respecto a algo. La aptitud, con p, se relaciona con la capacidad de hacer algo.
Una mala actitud —esto es, ser negativo, quejarte, o poner excusas—, no te va a ayudar a aprender nada. Es crucial tener una buena predisposición para aprender. En otras palabras, ser más positivo y menos negativo. A veces esta mala actitud lleva a limitarse a uno mismo. Por ejemplo, hay personas que piensan:
“Yo no sirvo para aprender idiomas”
“Soy demasiado viejo para esto”.
Ciertamente, esta actitud no ayuda en nada. En cambio, los niños son los reyes de la buena actitud. Nunca dicen cosas como:
“¡Pero hay tantas palabras que aún no sé!”
O:
“¡Cometo muchos errores! Los adultos se van a reír de
mí!” O:
¡Nunca aprenderé a hablar! ¡Mejor no hablo!
En realidad, a los niños les da igual cuánto tiempo necesitan, los fallos que cometen o si pronuncian mal una palabra. De hecho, los niños difícilmente se frustran cuando no consiguen algo a la primera. Simplemente continúan intentándolo. No se ponen límites mentales como nosotros los adultos.
Quizás tenemos demasiado sentido del ridículo.
Así que, te recomiendo que te inspires en la actitud de Donald, el estudiante que he mencionado antes, para aprender español.
¡Además, como sabes, hablar español es más fácil de lo que
parece! Solo tienes que usar el material y técnicas adecuadas, o al menos eso dice cierto profesor de un podcast.
Vale. Te recuerdo que en www.unlimitedspanish.com puedes suscribirte a los 5 pilares para hablar español. Son 5 videos exclusivos donde te desvelo las claves para desarrollar tu habla de forma mucho más eficiente que los sistemas tradicionales.
MINI-HISTORIA
(mejora tu fluidez)
Muy bien. Ahora pasamos a la mini-historia. Así es como funciona: Yo digo una frase con información. A continuación, hago algunas preguntas sobre esa información. Después de cada pregunta hay una pausa. ¡Es tu turno para intentar responder!
Después de cada pausa doy una respuesta correcta. Así voy construyendo la historia.
Muy bien, vamos allá.
Anselmo está aprendiendo español y le da vergüenza hablarlo.
¿Le da vergüenza a Anselmo ir en bañador porque está gordo?
No, no. A Anselmo no le da vergüenza ir en bañador porque está gordo. A él le da vergüenza hablar español. Le da vergüenza hablarlo.
¿Qué está aprendiendo Anselmo?
Español. Está aprendiendo español.
¿Qué le da vergüenza a Anselmo?
Hablar español. A Él le da vergüenza hablar español.
Anselmo tiene miedo de que se rían de él si comete algún error.
¿Tiene miedo Anselmo de que se rían de sus chistes?
No. Él no tiene miedo de eso. Él tiene miedo de que se rían de él.
Si Anselmo comete algún error, ¿Tiene miedo de que se rían de él?
Sí. Tiene miedo de que se rían de él si comete algún error.
¿De qué tiene miedo Anselmo?
De que se rían de él. Tiene miedo de que se rían de él.
Anselmo idea un plan: Después de cada frase dice “¡jah!”
¿Idea Anselmo un plan o un clan?
Un plan. Anselmo idea un plan.
¿Dice Anselmo algo antes de cada frase?
No. No dice nada. Dice algo después de cada frase. Dice ““¡jah!”
¿Está loco Anselmo?
Bueno… No lo sabemos, pero… Anselmo parece un poco extraño.
La gente solo presta atención a ese extraño sonido “¡jah!”, no a los errores de Anselmo cuando habla.
¿Presta atención la gente a ese extraño sonido?
Sí. La gente solo presta atención a ese extraño sonido. Ya no presta atención a los errores de Anselmo cuando habla.
¿A qué no presta atención la gente?
A los errores de Anselmo. La gente ya no presta atención a los errores de Anselmo. Solo a ese extraño sonido. Presta atención a ese “¡jah!”.
Finalmente, Anselmo puede hablar español sin vergüenza.
Finalmente, ¿Siente Anselmo vergüenza?
No, no siente vergüenza. Él puede hablar el idioma sin vergüenza.
¿Quién puede hablar sin estar avergonzado?
Anselmo. Anselmo puede hablar sin estar avergonzado.
¿Qué puede hablar él sin vergüenza?
Español. Anselmo puede hablar español sin vergüenza.
No obstante, Anselmo no entiende las miradas de sorpresa de la gente.
¿Comprende Anselmo las miradas de sorpresa?
No, no las comprende. Él no entiende esas miradas de sorpresa.
¿Cómo son las miradas? ¿De comprensión? ¿De sorpresa? ¿De complicidad?
De sorpresa. Las miradas son de sorpresa.
¿Quién no entiende esas miradas?
Anselmo. Anselmo no entiende esas miradas. No las entiende.
Bueno, este es el final de esta pequeña mini-historia. Anselmo idea un buen plan para que la gente no preste atención a sus errores. Simplemente dice “¡jah!” al final de cada frase. ¡Qué peculiar! No sé si te puedo recomendar esta estrategia. Quizás puedes probarlo y enviarme un mensaje contándome tu experiencia.
¿Te gusta esta manera de aprender? Imagina que tienes horas de audio con mini-historias específicamente diseñadas para que hables español. Esta es la filosofía que puedes encontrar en mis cursos en:
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Perfecto. ¡Este es el final de este episodio! Y recuerda que no hay excusas para aprender español “¡jah!” 🙂
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